Baruk es un perro que fue rescatado en octubre de 2017 en el municipio El Roble del departamento de Sucre. Allí estuvo amarrado aproximadamente entre 15 y 20 días con un alambre de púas a un árbol y sin agua sin comida de tal manera que eso le impedía moverse.
Este perrito, de aproximadamente dos años al momento de ser encontrado, tenía heridas abiertas, se le veían los huesos, estaba totalmente desnutrido, deshidratado y los goleros ya estaban bajando a tratar de picarle.
Lo vió un señor de la zona y busco ayuda. Se trajo a Sincelejo, gracias al apoyo brindado por un protector y amante de los animales, quien autorizó su ingreso a una clínica veterinaria, donde estuvo recluido por espacio de dos meses.
Al ver la publicación inicial que contaba de su rescate, pedí que me lo entregaran en adopción. Si sobrevivía, quería tenerlo conmigo.
Así empezó mi labor para ayudarle en su recuperación, iba cada día a la clínica a ayudar a curar sus heridas, hidratar sus ojos, le llevaba alimento BARF, pedía donaciones para cremas , alimento de buena calidad para llevarle cada día.
A Baruk tuve que enseñarle a caminar nuevamente. Cuando empezó a ponerse en pie, temblaba tanto que parecía que tuviera daño neurológico .
A los dos meses se le trajo a casa para continuar acá su recuperación. Acaba de sacar un perrito de las calles, Blanquito, y ambos se hicieron muy amigos.
A Baruk no se le podía colocar nada al cuello porque se paralizaba, aterrorizado. Durante muchas noches lloró estando dormido.
Hoy ya es un perrito feliz, muy afectuoso, con una mirada desbordante de amor.
No acostumbro a sacarle de paseo porque no conoce las calles y se asusta mucho con el ruido de carros y motos.
Baruk es un nombre hebreo que significa BENDITO.
